viernes, 5 de octubre de 2012

El abrazo vacío.


Ese triste frío que queda en el cuerpo al esperar por un simple abrazo que no llega, que no te necesitan dar. Ese sentimiento de vacío que te surca el alma mientras te haces pequeñito y te pierdes en la inmensidad de la soledad.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Mi Error

Mi error no está en aferrarme a mis sueños, sino en creer que se harán realidad. Nunca lo serán.
Mi error no está en seguir creyendo, sino en comprar las esperanzas que me venden. Caducan pronto.
Mi error no está en volar alto, sino en nunca prepararme para la caída. Duele tanto.
Mi error no está en ser quien soy, mas en creer que debo cambiar mi esencia por los demás. 
Valgo la pena, mi esencia cuenta.
Mis errores no están dentro de mi corazón, simplemente viven y bailan en mi razón ausente.

martes, 21 de agosto de 2012

Herramientas


Cuando abres tu pecho y desangras tus heridas ante alguien en quien confías, le entregas junto a tus palabras y tu dolor, tres herramientas: un puñal, una caricia y la libertad de elegir como usarlas.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Una Gaviota Curiosa (Cuento)




Ya había terminado mi día, nosotras las gaviotas nos dormimos tempranito, pero algo me quitó el sueño. Les contaré...
Una mujer taciturna se sentó sobre las dunas, a pocos metros de mi; hizo una breve llamada y apoyó su cabeza en el tronco de aquel árbol inmenso. Cerró sus ojos y la venció el sueño. Estaba muy cansada de tanto llorar y de una agónica vigilia, pero eso lo supe más tarde.
Él llegó poco después, la despertó con dulzura y sin cruzar palabra tomó su mano y la invitó a caminar. Me vi tentada a seguirlos, no sé porqué, no es de gaviota ir detrás de la gente.
- No he demorado tanto princesa. ¡Te has quedado dormida! dijo el muchacho. "Es peligroso estar solita aquí"
Traía su sonrisa de duende travieso, una sonrisa casi mágica, de esas que súbitamente hacen que el otro sonría también, aun en medio de las lágrimas.
Bajaron a la playa, los seguí de cerca, nadie sospecha de una gaviota junto al mar...
¿Cómo será llorar? Eso no nos pasa a nosotras las aves.
Sobre la arena, olvidando el frío y dejando huellas invisibles, comenzaron a charlar. Me quedé por allí, curiosa; en invierno pocos bajan a la playa por la noche.¡ La gente hace cosas tan extrañas! Nunca los entenderé.
- "Gracias" dijo él, rompiendo el silencio y manteniendo su sonrisa. "Pensé que ya no te hacía falta mi hombro"
- "Eso nunca pasará" contestó ella en un suspiro. "Eres siempre mi refugio cuando ya no sé que hacer o a donde ir. Eres mi amigo, mi escape. Por eso nunca entendí que digas "gracias" cuando soy yo quien te necesita. Perdón por ser tan egoísta"
-"Perdonada mi muñeca . Y aunque te recuerdo que también corres a mi cuando a nadie le importa tu alegría, confieso que aprovecho para estar allí cuando abres las puerta" susurró con picardía. "Soy un oportunista empedernido y no pido perdón por eso."
-"Tonto!"
-"Tonta tú!"
Comenzaron a reír y a empujarse como niños jugando en la arena. Era tan lindo verlos. Yo quisiera poder hacerlo - a reír me refiero- pero apenas puedo graznar.
Volé unos metros más allá para disimular, se supone que, a nosotras las aves nos asustan las personas y preferí actuar conforme a mi esencia.
Detuvieron su andar, él la abrazó tiernamente por un buen rato sin hacer preguntas. No hacía falta, la conocía de memoria y sabía que eso era lo único que ella necesitaba en ese momento. Un abrazo cálido, íntimo y cómplice. Sentí su paz cual si yo fuese paloma.
¿Cómo serán los abrazos? Con estas alas no se puede sino volar.
El abrazo terminó y se quedaron mirando a los ojos. Creí que se besarían y no quise ver, pero no, los oí hablar y volví a mirar.
- "Cuéntame que sucede ¿Qué te tiene tan triste?" preguntó él preocupado.
Ella habló y habló recostada sobre su hombro, mientras él le secaba las lágrimas y acariciaba el cabello en silencio. Aquel muchacho escuchó atentamente sus palabras, cada una de ellas parecían importarle, cada palabra tenía sentido.
No diré lo que le oí decir, hay cosas que mejor queden selladas entre las olas, la arena y yo, pero sentí su dolor.
Luego de escucharla sin interrumpir, comenzaron a dialogar. Él le daba ánimos, consejos, y poco a poco ella se fue animando. En todo ese tiempo, no dejó de colmarla de besos en sus manos y su frente. Otra vez el silencio, las miradas profundas y finalmente el beso apasionado que quise evitar ver antes y ahora me tomó por sorpresa. Pensé, ¿Cómo se sentirá besar? Mi pico sólo sirve para comer y limpiar mis plumas.
Tras el beso, la caricias se hicieron más intensas, los suspiros más profundos y como quien se deshace de cadenas, sus cuerpos se liberaron y comenzaron a amarse locamente. No hubo un centímetro de aquella mujer que él no hiciera suyo, que no gozara plenamente. 
Penetró su cuerpo y su alma, y desde donde yo estaba, aquella imagen era tan hermosa como volar... y de eso yo si se bastante. Me sentí avergonzada y metí mi cabeza entre las alas. Entre mis plumas deseé saber como sería hacer el amor de esa manera. Sentí envidia, quise ser ella y suspirar de esa manera, pero ¿quien a visto a una gaviota suspirar?
Se hizo muy tarde, aun para los humanos y llegó el momento de partir. Desplegué las alas, remonté vuelo y mientras me alejaba los escuché reír nuevamente. Esta vez, la risa de la muchacha era diferente, hermosa, sincera. Quise tanto saber reír...
Desde lo alto, los vi despedirse con ternura. No escuché lo que decían, ya estaba muy alto en el cielo, pero presiento que volveré a verlos por aquí alguna otra vez.
Volví a mi roca, me quedé dormida y soñé que aquella mujer era yo y por fin comprendí esos sentimientos que como gaviota nunca viví.









MUERE CON LA SONRISA

Muere con la Sonrisa
  • No escribas el verano en la piel de mi mano
  • Pasa, sueña y escapa libre.
  • Nunca seré primero, soy un viento extranjero
  • Que también pasa y sueña libre.
  • Porque tus sueños te darán lo que la vida no te da.
  • Descolgate del cielo como lluvia de enero
  • Dale vida a la gente y siente.
  • Aunque tú no lo veas mojale las ideas
  • Que broten nuevos sueños siempre
  • Porque tus sueños te darán lo que la vida no te da.
  • No encierres tu futuro en el gris de los muros
  • Pintate de paloma y vuela.
  • Apunta tus heridas hacia una nueva vida
  • Ábrete el pecho, sangra y sueña
  • Porque tus sueños te darán lo que la vida no te da.
  • En la última hora cuando la gente llora
  • Pasa sueña, delira y muere.
  • Muere con la sonrisa de quién muere deprisa
  • Por defender sus sueños muere.
  • Muere con la sonrisa de quién muere deprisa
  • Por defender sus sueños siempre.
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