Cuando me vaya....Lo que me diste cabe en mi mano.

Recorriendo canciones de Serrat me encontré con esta, la cual por increíble que parezca, nunca había escuchado. Pensé que si bien estoy lejos de escribir palabras tan bellas, alguna que otra vez he sentido algo parecido en mi corazón. Tantos de nosotros sentimos a veces esa nececidad infinita de partir. Mi entrada anterior habla de algo asi....ahora le encontré una canción.

De pasos y despedidas, de cartas y de un mañana (Carta-Cuento)

Querido mio: 

                  Abrí la puerta bien despacio procurando no hacer mucho ruido; una puerta imaginaria que me lleva hacia mi sonrisa. Respiré profundo y di el paso primero, sabiendo que el segundo y el tercero me irían alejando de ti. Se siente bien caminar hacia donde quiero, avanzar, animarse a vivir.

                Entenderás que no te haya invitado a caminar a mi lado, más bien que no te haya  insistido, pero tus sombras son tan tuyas que no las quieres abandonar y yo ya tengo bastante con las mías. No se si me marcho o me escapo, pero me voy en busca del sol. Ya sabes como es la vida de movediza, uno tiene que seguir andando para no enterrarse en sus arenas y tú tienes demasiada carga aferrándose a tus pies,  quitándote las fuerzas y confundiendo tu alma. 

               Siento quitarte aquel regalo que un día te di, mi presente. Se que era tuyo, pero ningún presente es bueno sin un mañana y ningún regalo hace falta si ya no se necesita. Lo guardé con mis cosas, en la valija de ilusiones que empaqué, ya sabré con quién lo pueda compartir. Me gusta el sonido de mi risa, el movimiento de mi cuerpo danzando. Me gusta abrazarme de mis sueños y fíjate como es de extraño todo, hasta me gusta el sabor de mis lágrimas cuando se lloran por lo que en realidad vale la pena. Por eso me voy así, calladamente, para defender esas cosas que se iban apagando en mí.

Sabes, siento la brisa fresca y gentil que acaricia mi piel y sigo andando, cuarto, quinto paso, ya estoy mas lejos. Tengo el alma tranquila, la mente en paz, y tengo mi presente.

             Perdón por escribirte mientras duermes, pero intenté despertarte tantas veces y hacerte reaccionar…duermes profundamente aun estando despierto, pero te quedan pocos sueños por soñar. Yo se que tu me quieres, soy tu vida, me dices, y por eso sé que me entenderás.

            Se que te haré falta e intentarás buscarme, siempre has vuelto a mi porque soy tu cobijo. Así somos los humanos, no vemos aquello que tenemos hasta que ya no está. Seguramente también me hagas falta, pero se que puedo seguir adelante; lo descubrí en el instante que abrí esa puerta.

No me busques cuando leas esta carta porque ya estaré lejos, y si me buscas, que sea en tus recuerdos donde siempre me podrás encontrar, en los recuerdos de los buenos momentos. Si me quieres llamar, llámame en tu memoria….allí siempre seré parte de ti.

Mi música ya esta sonando en mi alma y no podré oír si dices mi nombre.

Sexto, séptimo, octavo paso, adiós a la tristeza. Noveno, décimo paso hola mi mañana y mi camino por andar…

Tuya siempre en tus recuerdos

Yo